El 2009 fue un poco turbulento, de adaptación, de aprendizaje, de tomar y dejar, pero al final dio sus frutos. Un año después a mi regreso de la vie boheme, dos empleos más tarde, puedo decir que estoy donde debía estar (la tercera es la vencida!). Esto es una prueba más de, que Dios aprieta pero no ahorca, y lo más grande, que obra de manera misteriosas.

Mi año nuevo empezó en Octubre, para el cual ya me había trazado metas. Me reservo la lista, para no volverme agua. Solo diré que ya di el primer paso para lograr dos esos objetivos. Ya veremos a final de año qué tanto trabajé para alcanzarlos (porque por inercia no llegaré). Del año pasado cumplí dos de tres. Nada mal no?